Un bodegón

Este cuadro nació de la idea de trabajar con la luz como protagonista, explorando sus contrastes y matices sobre las superficies y los objetos. Desde el principio tuve claro que quería hacerlo en este formato tan poco convencional porque me permitiría jugar con la composición y la mirada.

Me atraía especialmente el reto de pintar materiales como el cristal y la cerámica, por la riqueza de reflejos y transparencias que ofrecen. Hay algo fascinante en cómo la luz se transforma al tocarlos: cada tono, cada sombra cuentan. Para mí, pintar es sobre todo observar, dejar que el ojo encuentre lo esencial y traducirlo en color.

Quise situar la escena en un rincón muy personal de mi habitación. Un espacio cotidiano, familiar, que cobra una belleza inesperada en ciertos momentos del día, cuando la luz lo llena por completo. Pasé un tiempo moviendo los objetos, buscando la armonía entre ellos, observando cómo cambiaban según el ángulo o la hora.

De ese juego entre la luz y la intimidad nació este bodegón. Es una obra que me sigue gustando y que conservo con especial cariño, quizá porque en ella se reúnen muchas de las cosas que me interesan como pintora: la serenidad, la observación y la presencia silenciosa de lo cotidiano.

Este bodegón se expuso en la muestra colectiva Apuntes de luz, celebrada en el Centro Cultural Municipal Galileo de Madrid en febrero de 2025.

Bodegón, 2023
Óleo sobre tabla. 20 × 60 cm.